Nos ocupamos del malestar psíquico que puede sufrir un niño, un adolescente o un adulto en algún momento de su vida, malestar que en la actualidad es etiquetado de diferentes maneras: trastornos por déficit de atención e hiperactividad, trastornos de aprendizaje, trastornos del espectro autista, depresión, fibromialgia, abuso de substancias, trastornos de la personalidad, trastornos de pánico, fobias, ansiedad, trastornos alimentarios, dependencias patológicas, etc.

Tomando en cuenta estos diagnósticos, ofrecemos alternativas de abordaje por medio de tratamientos terapéuticos individuales, grupos, asesoramiento para padres, orientación para adolescentes, espacios psicoeducativos, etc.

Consideramos que el síntoma no equivale a la enfermedad, es un primer intento de solución que cada sujeto utiliza para tratar algo que no funciona en su vida. Si se elimina directamente (a través del medicamento, el entrenamiento o negando su existencia), la causa que lo ha generado sigue allí y tomará otras formas.

Para llegar a localizar los "¿por qué?", las causas que generan el sufrimiento psíquico, la herramienta más efectiva es la palabra, hablar posibilita que cada uno pueda construir las propias respuestas ante las dificultades que forman parte de la vida.